Hace algún tiempo trabaje junto con uno de los seres humanos mas despreciables que jamás hayan pisado la fas de la tierra con su corrupta y repugnante humanidad, pocos son los que logran hacerme exclamar “piedad señor, ya se que me e alejado del camino, pero no te pido que nos ayudes, solo que no nos mandes mas”.
Este mocho asqueroso es una muestra de que la evolución humana en el aspecto intelectual se a detenido y que en su lugar esta ocurriendo un retroceso apabullante, con solo decir que si el mundo estuviera plagado de estos engendros, en este momento la humanidad estaría sumergida en un oscurantismo caótico donde la ignorancia y la estupidez serian las llaves al éxito y la prosperidad.
Cabe decir que los primeros días que observe a tal criatura, un sentimiento de asco pero a la vez asombro ensombrecieron cualquier otro juicio que mi mente pudiera formar sobre el, si, su aspecto lastimero muy parecido al de cualquier indigente que puedes encontrar pululando algún paisaje urbano tercermundista es complementado con una voz muy parecida al agudo sonido de un prisionero siendo torturado con choques eléctricos en sus genitales.
Viste ropajes que parecieran tener muchas generaciones de uso, y que sin pena se atreve a presumir que las encontró en el arroyo, mas bien en un canal de aguas negras diría yo, pero el que el confesara ese punto me fue mas que suficiente para dejar volar mi imaginación e ingeniar algunos juegos de palabras y chistes que a mi parecer, son muy buenos.
Generalmente este tipo es acompañado de un olor penetrante y corrosivo a cieno, aunque este rasgo distintivo puede ser explicado propiamente con una de mis teorías, es necesario para formarnos una idea del objeto de este texto.
Este gargajo de Satán (con mis disculpas al señor oscuro, pero al no encontrar una conjunción entre lo mas repugnante que puede ser una flema y lo peor de la existencia representado en un gran señor del infierno) vive en comunión con un tipo del cual anteriormente había escrito una reseña, pero que por motivos de tiempo llamaremos Don Elías; Al parecer Israel considera que es la simbiosis perfecta, el es el instrumento para transmitir la palabra de su jefe, como si de un putrefacto profeta se tratase, pero en realidad solo lo deja ver como un reverendo lambe-huevos con miel de burro en lugar de cerebro.
No tiene conciencia de si mismo y acepta gustoso los malos tratos a los que es sometido por parte de todo mundo.
Otra parte del funcionamiento de este ser es que toma el lugar de los organismos descomponedores, es capaz de acabar con todas las migajas o los restos de alimentos que sus compañeros llevan para atragantarse cual viles cerdos, pero a su vez, asume una lastimera imagen para poder ser recompensado con lo que los demás no quieren de su comida, ya sean tapas de pan, cascaras de huevo, esta increíble pero repugnante maquina de la naturaleza es el motivo por el cual ese lugar se encuentra impecable por dentro.
Hablando de su intelecto no me resisto a decir que en situaciones que requieren una atención considerable el pone una cara de imbécil, fija su mirada en un punto imaginario al inicio, pero sigue atentamente con movimientos de su cuello las partes inculcadas en la discusión.
Pero oh sorpresa!!! cuando le preguntan algo de la misma, despierta del trance y en ese momento nos podemos dar cuenta que los movimientos de su cuello al ritmo de la conversación y la atención puesta fueron solo un vil engaño, tal vez producto de el casi nulo funcionamiento de su sistema nervioso, su cuerpo confunde las señales que le manda realizar su masa encefálica, y lo único que alcanza a pronunciar esta escoria es un “pues si, creo que esta bien por que es cierto”
Ya me dio asco solo de seguir escribiendo de este aborto, hijo de perra malparida, así que asta aquí queda.
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